Las últimas semanas he podido disfrutar de diversas exploraciones por los montes del entorno de Dharamshala que me han traido algunas reflexiones en torno al camino espiritual. Hoy os comparto una relacionada con aquellas figuras en las que buscamos apoyo, figuras que con frecuencia endiosamos y a las que cedemos todo nuestro peso, sin darnos cuenta que sólo nosotros somos responsables de nuestro poder.
A menudo nos encontramos con caminos que nos llevan hacia abajo para después poder seguir subiendo. Aunque siempre habrá una vía recta, es importante reconocer el camino que nos ofrezca seguridad en ese momento. Es necesario reconocer cuando no estamos preparados para determinados caminos en lugar de tomarlos sólo por el condicionamiento de alguien externo. A menudo en el camino espiritual, caemos en la trampa de sobrepasar nuestros límites porque si no puede parecer que no estamos suficientemente «avanzados», porque se supone que «esto ya está superado», porque en teoría «esto no me debería afectar», etc. Y terminamos resbalando, cayendo varios metros, a menudo “más abajo” de lo que estábamos, y con un dolor que no nos permite continuar por un tiempo.
En caso de elegir una vía intensa, es muy probable que en el camino necesitemos agarrarnos a una piedra o a un árbol. Presta atención a dónde te agarras pues, si la roca o las raíces no son firmes, si el árbol no ha crecido con una buena base, sino que se ha viciado y ha crecido demasiado rápido, este no será un buen punto de apoyo y la caída puede ser muy dolorosa. Por supuesto, habrá un aprendizaje, aunque es posible que por un tiempo no podamos seguir caminando, pero habremos aprendido cómo se siente un árbol cediendo y, tal vez (sí, sólo tal vez), la próxima ocasión cedamos menos poder al árbol o a la piedra. Yo aún me estoy levantando de la última caída…
Lo más bonito de mis exploraciones campo a través ha sido darme cuenta de que hay muchas piedras que ceden e incluso pueden golpearme al caer, hay muchas ramas cuyas raíces no son firmes, pero todavía nunca me ha fallado agarrarme a un buen puñado de pequeñas hierbas.
Deja tu comentario