Aunque haya vivido ciertas experiencias que me han dado claridad sobre el juego de la vida, no, no soy un ser de luz. Cuando comparto mis reflexiones y experiencias, tal vez no me encuentre donde puedas creer cuando me lees.
No es casualidad que haya compartido ahora mis últimas reflexiones. Probablemente me haya nacido compartir todo esto puesto que acabo de atravesar (aún estoy dando bandazos) una vorágine de situaciones que me han puesto de frente con varias realidades.
Aunque esto se vaya dando en menos ocasiones, aunque cada vez me de cuenta antes, todavía hoy me veo atrapado culpando o enganchado al exterior y, sólo después de atravesar la tormenta y volver a mí, consigo ver la escena completa. Y vuelta a empezar, aunque siempre desde un paso más adelante.
Este no es un camino fácil, tal cosa no existe, pero la vía caminada antes ya no me sirve, me resulta más difícil, diría que imposible. Sólo puedo caminar hacia delante y nunca podré ver las cosas como las veía hasta el paso anterior.
Tal vez la felicidad no consista en estar libre de todo dolor. Tal vez la felicidad consista en aceptar este juego que llamamos vida y dejar de martirizarnos por estar donde estamos, por ser lo que somos. Tal vez la felicidad consista en aceptar nuestra vulnerabilidad y dejar de protegernos de nuestras sombras.
Tal vez la felicidad se encuentre en ser el color, entre nuestros blancos y negros.
Tal vez la felicidad SOLO consista en SER, con TODO.
Deja tu comentario