Traición, decepción, frustración, rabia, impotencia, dolor…
quema el pecho, en los hombros contracción,
duele el cuello, el hombro, el brazo y llega con intensidad
a la muñeca izquierda una punzante sensación.
Analicemos qué ha podido pasar ¿Por qué se repite la situación?
¿Algo que trabajar? Lado izquierdo ¿Qué tengo que cambiar?
¿Tal vez la forma de actuar? ¡Para! ¡Ya basta! ¡Stop!
Sólo pensamientos que buscan evitar sentir en el futuro
lo que estoy sintiendo hoy. Porque duele, ahoga, quema…
Si ahora ya lo estoy sintiendo, ¿qué es lo que quiero evitar?
Me abrazo, respiro, siento, observo… duermo.
Despierto, duele, ahoga, quema, agota… me rindo.
No duele, no ahoga, no quema, no nada.
Vacío, ligereza, quietud, paz.
¿Volverá? No lo sé, sólo si vuelve a suceder lo sabré.
Y cuando lo esté sintiendo, ya no habrá nada que evitar.
Entonces, igual que ahora, estará bien y bien estaré.
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