sobre mí

“He estado perdido y me he encontrado
¿qué es qué? aún no lo tengo claro”
“He estado perdido y me he encontrado
¿qué es qué? aún no lo tengo claro”

Con un lado práctico, fuerte y protector, en equilibrio con la compasión, cuidado y calidez y con la dulce inocencia de un niño en el centro. De valores poco convencionales que me permiten confiar en el mundo y ver lo bueno inherente en todas las cosas.

Con una gran sensibilidad para percibir lo que las personas necesitan y dónde reside la fuente de su infelicidad y sufrimiento, conectando con su energía, percibiendo todo eso no expresado más allá de las palabras.

Al entrar en una sala puedo sentir la energía y las emociones a mi alrededor instantáneamente, como si estuviera sintonizado con el inconsciente colectivo, recibiendo las señales de todas aquellas cosas no dichas.

mi mochila

Nacido en una familia de clase media donde siempre tuve todo lo que necesité y educado en un colegio en el que, aun siendo religioso, tuve la gran suerte de ser educado en cuestionarme toda idea o dogma, a través de un pensamiento crítico.

Desde muy pequeño tuve inquietud por lo oculto y lo espiritual por las diferentes culturas ancestrales de este y oeste, además de las religiones, sobre las cuales siempre mostré un especial interés por descubrir lo que se ocultaba más allá de todas ellas.

Llegado el punto de decidir hacia dónde iba a dirigirse mi camino profesional, entre la psicología y la ingeniería decidí escoger en base a la practicidad y la seguridad de la segunda. Durante estos años como ingeniero pude explotar mi alta capacidad para detectar lo que no funcionaba, encontrar sus causas y ponerles solución.

Esta carrera me permitió vivir en países como Alemania, Estados Unidos o Brasil y viajar a países como China o India, adentrándome en otras formas muy diferentes de ver la vida. Y fue tras visitar este último país, donde toda mi vida comenzó a girarse y tomar un rumbo muy diferente, en el cual todo lo anterior comenzó a derrumbarse…

Movido por una fuerte crisis existencial, comencé a indagar más profundamente en mí y en mis capacidades a través del Tantra y el Yoga, terminando por dejar de lado mi carrera como Ingeniero y tomando así mi vida otro rumbo: camino hacia mi Ser.

el viaje

Tras dejar a un lado el trabajo como ingeniero, me adentré en un viaje interior en un retiro de dos meses. Allí no sólo indagué en lo más profundo de mí, sino que puse en práctica diversas herramientas de gestión emocional que posteriormente pude llevar a mi día a día. Tras estos dos meses, mi máxima fue que mi vida fuera un retiro donde siempre haya espacio para la observación y la autoindagación.

Con este nuevo maletín lleno de herramientas me fui a India, un país que iba a terminar de demoler mis estructuras mentales para llevarme a mi yo más profundo. Durante dos años profundicé en la práctica del Yoga en todas sus vertientes y tuve la ocasión de indagar en algunas de las raíces de lo que hoy conocemos como Tantra.

En primer lugar, y casi al comienzo del viaje, hice la formación para profesores en Hata Yoga en la escuela de Sivananda Internacional, práctica que llevé de forma intensiva durante mi estancia en el país y que me sigue acompañando a día de hoy.

Casi un año después comencé a indagar en otras prácticas como fue la práctica de la vía tántrica del Shaktismo, trabajo personal que me llevó a lugares inimaginables que las palabras pueden intentar explicar pero que a penas se pueden acercar a lo vivenciado.

Finalmente y casi como broche final a este tiempo, durante dos meses en Kashmir tuve la oportunidad de indagar en las enseñanzas del Shaivismo de Cachemira, una de las fuentes principales de lo que hoy conocemos como Tantra, que me sirvieron para aterrizar de alguna manera todas las experiencias anteriores.

mi práctica

Todas las formaciones que he realizado han estado siempre enfocadas en un trabajo propio y personal. Desde la formación en Acompañamiento no directivo con Zuhaizten Autodidakta, el Hata Yoga TTC en Sivananda Internacional, a la formación en Kundalini Yoga de más de un año con mi amada maestra Prajna Shetty, pasando por las formaciones de Tantra Tradicional con ella misma y en Tantra «moderno» con mis queridos Madhur Tantra de forma presencial y Xavi Domenec y su Instituto Tantra de forma presencial y on-line, e incluso la formación en Sound Healing en la Himalayan Academy of Sound Healing. Agradezco de todo corazón a todos estos mis profesores, maestros y gurús, que me han ayudado, cada uno con sus granitos de arena, a llegar a lo más profundo de mi Ser.

Dicho esto, casi a modo de línea curricular, a diario mantengo la práctica de Hata Yoga en alguna de sus vertientes que habitualmente incluye prácticas de Kundalini yoga y meditación Vipassana, así como de diversas meditaciones y prácticas de Tantra. Aunque lo exprese como términos y conceptos separados, desde mi punto de vista y experiencia todas ellas se entremezclan de forma que la fina línea que crean estos nombres que las separan casi desaparecen. Parte importante, diría que imprescindible, de esta práctica es saber soltar la práctica en esos momentos en los que necesito entrar en los espacios bajos, de oscuridad, donde la única práctica necesaria es la presencia.

Otra práctica imprescindible y muy habitual es la Danza libre. La conexión con la música y cómo ésta me baja de mi mente a mi cuerpo y su expresión libre, me ayudan a menudo a conectar con espacios recónditos dentro de mí, liberando emociones de una forma espontánea y orgánica desligadas en muchos casos de esos pensamientos que me atan a ellas.

Adicionalmente tengo presente el estudio de mi Diseño Humano. Toda la indagación con varias lecturas, así como mi propia profundización a través de algunos libros, me ha ayudado a comprenderme mejor en mis mecanismos, mis virtudes y defectos, así como mi forma de vincularme con los demás.

Todas estas prácticas me permiten tener más claridad, ligereza y libertad, estando más en presencia conmigo mismo, así como con la información recibida de mi entorno. Y es desde ahí, desde mi experiencia, mi práctica, mi profundidad y mi esencia, desde donde ofrezco mi mano y mi luz a aquellas personas que la necesiten y quieran, para a través de ellas poder encontrar la suya propia.

el espacio

En la calidez de mi hogar en Vitoria-Gasteiz abro un espacio de experimentación, expresión y transformación que te acoja en cualquiera de las prácticas que elijas para indagar. Igual que con mi práctica propia, este espacio está creado desde mi profundidad para mi profundidad, pues es sólo desde ahí desde donde te puedo acompañar.

Varios altares a los cuales me postro para honrar diferentes aspectos, cualidades y prácticas. Desde el altar con figuras que representan algunas deidades, al altar con los pequeños instrumentos que te pueden acompañar en un baño de sonido, junto con los cuencos que honro en otro altar. Velas, luces, plantas, libros y algunas cosas más, completan el espacio rodeando al altar principal: un espacio preparado con mimo y cuidado para poderte acompañar. que se completan con las vistas al anillo verde de la ciudad y las bonitas puestas de sol que, según el momento del día que elijas, tal vez puedas disfrutar.

Un espacio donde cada detalle está mirado con mucho mimo para que te sientas en tu hogar, porque en realidad es ahí donde siempre estás.

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